lunes, 8 de diciembre de 2014

PENSAMIENTO MÁGICO EN EL NIÑO

Pensamiento mágico del niño


Es natural que los niños pequeños crean en seres fantásticos. Los niños de 2 a 7 años, pasan por la etapa preoperacional, se caracteriza por un pensamiento simbólico, mágico, concreto y egocéntrico, y da lugar al mundo fantástico de este periodo. El pensamiento mágico cumple además una función importante, a esta edad tienen dificultades para abstraer y, por lo tanto, comprender y dar sentido al mundo que les rodea. Necesitan crear su propia realidad paralela y segura donde todo es posible, controlable y solucionable y donde dan salida a conflictos, frustraciones, miedos y emociones.
A medida que maduran, esta etapa de fantasía se supera de forma natural. Cada etapa del desarrollo supone alcanzar unos hitos de maduración y aprendizaje, necesarios para etapas posteriores. Es importante que, llegado el momento, los niños puedan avanzar y continuar su desarrollo. Finalizado el periodo preoperacional, deberían identificar la realidad y diferenciarla de la fantasía. Crecer implica saber afrontar la realidad desde una personalidad fuerte y madura. Esto no significa renunciar a la imaginación, creatividad y magia. Aunque lahegemonía del pensamiento mágico se va desplazando, seguirá ocupando un lugar importante durante toda la vida.
Es en torno a los 7 años cuando están preparados psicológicamente para enfrentarse al mundo real y diferenciarlo de la fantasía. Puede que el aferrarse a su mundo mágico, sea la respuesta a una necesidad no cubierta. Tal vez haya llegado el momento de explicarle con naturalidad cuál es la procedencia de esos personajes fantásticos, y hacerle ver que puede seguir creyendo en la magia de los mismos. La realidad puede estar llena de magia, el mundo puede ser mágico sin necesidad de creer en cosas que no existen. Ver la magia en las cosas sencillas y cotidianas es muy positivo para todas las personas. Podéis fomentar su imaginación y creatividad, a través del arte (escritura, dibujo, música, etc.,..) y utilizarlo como vehículo de salida de sus emociones. No cortéis sus alas, el objetivo es enseñar a los niños a volar, a usar sus propias alas y para eso tiene que saber cuál es el mundo real en el que vuela, y de este modo desarrollar todo su potencial e imaginación, acompañándose de la magia en su vuelo.

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