lunes, 5 de noviembre de 2012

EL CONTACTO CON LA NATURALEZA Y EL CICLO DE LA VIDA: EL OTOÑO

Nos toca cambio, el otoño, nos abre sus puertas. Con naturalidad, sin resistencia, drama, ni apego, la Naturaleza sigue su curso, aceptando y adaptándose a los elementos. No llora porque el sol tarda más en salir y se despide pronto, sino que disfruta un poco mas de la luna y las estrellas; da la bienvenida a los grises nubarrones y recibe con alegría abundantes chaparrones; caen hojas que ya se secaron dejando el sitio para los nuevos brotes que tendrán que llegar y es el tiempo de recoger la cosecha de la tierra, los frutos correspondientes a las siembras precedentes.
Es la seguridad del cambio en el círculo vital.
 

La llegada del otoño nos trae dos buenas lecciones: Seria todo más fácil si nos concentráramos en el momento presente, con aceptación y agradecimiento, viviéndolo plenamente, disfrutando lo que queremos y nos gusta o, en caso contrario, hacer todo lo que esté en nuestra mano para cambiar la situación. En ambos casos, recordemos que es temporal y pasará, seguro.
La playa, los días largos, las bermudas y sandalias dan paso al campo y la sierra, la berrea, la vendimia y las castañas. Parece lo mismo de siempre, pero siempre es nuevo.
El otoño nos facilita pruebas de la Ley de la Vida: Se recoge lo que se siembra. Las cosechas se corresponden con las semillas elegidas plantadas en primavera y los continuos cuidados de luz, aire y agua; así como la espera paciente de que llegado el momento apropiado surgirán los frutos correspondientes.


Quizá se fomente en demasía las fiestas y conciertos playeros del verano, olvidando festejar el nacimiento de los nuevos frutos en el otoño y apreciando y disfrutando de los encantos de la
época.
Demos la bienvenida a la nueva estación y gocemos de su contenido, porque, con la seguridad del cambio, también pasará.
Ana Novo

0 comentarios:

Publicar un comentario