lunes, 19 de marzo de 2012

FELIZ DÍA DEL PADRE


¿Os ha gustado el regalo de vuestr@s hij@s a todos los papás? Estoy segura de que sí pues lo han hecho con todo su amor.
Enlazo un artículo interesante sobre el día del padre y el significado de este término. Espero que también os guste

Un año más se celebra el día del padre en el que muchos papás afortunados reciben algún detalle de sus parejas e hijos. Es una buena ocasión para recordar la importancia de la función paterna y de evidenciar cómo una buena proporción de hombres que son padres no actúan como tales, confundiendo el proveer y sustentar a la familia con la verdadera dimensión en la que se puede convertir una paternidad bien entendida.



Pero, ¿qué distingue, exactamente, a este nuevo padre?.

Para mí hay una distinción fundamental entre este tipo de padres y las generaciones anteriores: los nuevos padres llevan incorporados a su adn su función de cuidadores. Si bien en décadas anteriores, no había hombres que supieran (o quisieran) cambiar un pañal, estos nuevos padres cuidan de todas las dimensiones físicas de sus hijos: baño, cenas, pañales… y con la misma preocupación maternal de sus parejas, no dudan en quedarse una noche en vela cuando el niño se encuentra enfermo con fiebre.

Estos padres no dudan en que su masculinidad incluye su capacidad para cuidar a otros y en especial a sus hijos, y es que, para actuar como actúan estos nuevos padres, la masculinidad ha tenido que redefinirse casi por completo. Del cowboy con cigarillo en la boca que ya hoy suena a rancio, una nueva masculinidad más emocional, menos competitiva y menos adicta a la testosterona futbolera está emergiendo con sus evidentes implicaciones en el modo en que estos padres cuidan de su familia.

Los nuevos padres hacen todo lo que está en sus manos por pasar más tiempo con su familia, lo que, en ocasiones, va en contra de una cultura laboral presentista con horarios maratonianos.

Nos han vendido que lo mejor para nuestros hijos es pasar tiempo de calidad con ellos, lo que es una auténtica falacia. Nuestros hijos no necesitan que les demos las migajas del tiempo libre que nos queda después de todas nuestras obligaciones. La educación y la crianza no pueden realizarse a distancia en unas pocas horas (eso sí, muy buenas y divertidas) los fines de semana.

Para criar, educar y disfrutar de la paternidad, hace falta tiempo; así de claro, así de sencillo. Estos nuevos padres buscan todo lo posible pasar más tiempo con su familia, aún a costa de perder poder adquisitivo y oportunidades profesionales. Me pregunto, ¿es el trabajo nuestro medio para disfrutar del resto de dimensiones de una persona o es un fin en sí mismo?. ¿En qué medida somos padres a distancia o padres de fin de semana…?. No nos equivoquemos, para ejercer de padres, necesitamos tiempo con nuestras familias.

El tener un hijo no te convierte en padre, ni mucho menos, sólo se es padre actuando como tal y siendo consciente de tu función paterna.
La paternidad consciente y sobre todo, presencial, nos hace disfrutar de nuestros hijos de una manera insólita para generaciones anteriores; ¡cuántos abuelos han aprendido de mayores con sus nietos todo aquello que se perdieron son sus propios hijos!.

Personalmente estoy convencido de una cosa: podemos cambiar el mundo desde la familia, educando, criando, implicándonos en la vida y educación de nuestros hijos para que de igual modo que nosotros intentamos moldear una sociedad más sostenible y justa, ellos continúen con ese trabajo cuando les toque enfrentarse al mundo que ahora estamos construyendo.

Dicho todo esto, ¡feliz día del padre (presente y consciente)!.

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