domingo, 16 de octubre de 2016

Reflejos: causas y soluciones a los problemas de aprendizaje y comportamiento

“El movimiento es la puerta del aprendizaje” dice Paul Dennison. En este artículo abordaremos a nivel general los problemas producidos por reflejos primitivos aún retenidos en edad escolar y ofrecemos propuestas para inhibirlos. Especialmente trataremos el reflejo de moro.
La hiperactividad, hipo actividad, dislexia, falta de concentración, problemas de lecto- escritura, lenguaje, miedos y agresividad, son algunos de los síntomas que muy comúnmente están relacionados con reflejos primitivos que no se han transformado en habilidades posturales. En este artículo nos acercaremos a este complejo tema.
Mediante los sentidos y los movimientos rítmicos que hace el bebe de balanceo, rotación, levantamiento de cabeza, movimientos de manos, de ojos (se lleva la mano a la boca, coge cosas calculando distancias y regulando la vista), gateo y por último el andar, se hacen posibles las conexiones neuronales entre las diferentes partes del cerebro. El cerebro aprende experimentando: es mediante el movimiento y las experiencias sensoriales que se hacen los circuitos neuronales,  que serán la base de todo aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Desde el nacimiento se está programando,  como por así llamarlo, el disco duro de nuestro cerebro y con esa información procesará los datos. De ésto se deduce la gran importancia de  los primeros años de vida. Los niños que no han podido moverse debidamente en su niñez, (niños que han estado hospitalizados, en incubadora, mucho en masicosis o carritos etc.) pueden tener  más adelante problemas de aprendizaje, además de dificultades a nivel, emocional, psíquico, y físico.
Tiene tremendas consecuencias para el desarrollo  limitar el  movimiento de los niños (se les coloca en el cochecito, sillitas) dejándoles horas medio inmovilizados en vez de dejarlos en el suelo, o en una manta, donde pueden moverse libremente.
La causa mas frecuente de las dificultades de aprendizaje y falta de atención es debido a la presencia de reflejos primitivos activos, falta de desarrollo correcto de los circuitos neuronales encargados de la vista, la audición y el desarrollo del movimiento. A su vez, la inhibición de los reflejos y el desarrollo del movimiento en general,  depende del cultivo de los sentidos básicos, es decir, del sistema vestibular, táctil, propioperceptivo y vital, del que tanto hablamos en la pedagogía Waldorf, y que Jean Ayres descubrió y revalorizó en su trabajo “La integración sensorial y en niño” (1998), base de la llamada terapia de integración sensorial o terapia ocupacional.
¿Qué son los reflejos primitivos?
 Cuando el bebe nace posee unos reflejos que son esenciales para la supervivencia y para su posterior desarrollo. Son unos movimientos automáticos dirigidos desde el tronco encefálico, (la parte más primitiva de nuestro cerebro,) no están controlados de forma voluntaria, es decir no hay implicación cortical. Gracias a estos reflejos el bebe puede mas adelante desarrollar los reflejos posturales, que le permitirán erguirse ,andar, hablar, escribir, montar en bicicleta ,coger pelotas en el aire ,atarse los cordones etc.
Estos reflejos,  una vez hecha su función,  deben desaparecer. Si estos permanecen activos por problemas en el embarazo, parto, y primera infancia,  pueden producir retraso en el desarrollo motor, problemas  emocionales, problemas de atención, de concentración, hiper-actividad, hipo-actividad, problemas con el lenguaje etc…
Al niño se le atribuye  muy fácilmente el término de vago, hiperactivo, miedoso, desordenado, agresivo. SIn embargo no existen niños culpables de ello.  Todo niño cuando nace aprende y quiere aprender. Luego encuentra dificultades,  que pueden ser del exterior o de su estructura.De lo que se trata es de ver maneras de ayudarlos, no de agrandar sus problemas añadiéndoles nuestra incomprensión, sobreexigencia y regaño.
¿Qué ocurre cuando estos reflejos están todavía activos?
Estos Reflejos, cuando ya han cumplido su misión, se integran y dan paso a la adquisición de unas determinadas habilidades. Pero hay algunos niños –y adultos- que no han conseguido inhibir estos reflejos, por diversas causas, y siguen manteniéndolos activos en edades en que ya no deberían estar. Esas personas no han tenido la posibilidad de adquirir ciertas habilidades y comienzan a fraguarse las dificultades de aprendizaje y comportamiento.
Por ejemplo, algunos niños no sistematizan la lectura porque no adquieren la habilidad de mover los ojos de la manera adecuada, otros no sistematizan la escritura porque no son capaces de emplear el brazo y la mano de la manera correcta para ello, otros serán incapaces de permanecer sentados atendiendo en clase porque cada roce de su cuerpo con la silla les provoca un sobresalto que son incapaces de impedir, etc.
 Se producen síntomas como:
Hipersensibilidad a la luz, a los ruidos y al tacto (no soportan que los toquen)
Problemas de equilibrio,
Miedo e inseguridad
Mareos en el coche
Mala coordinación de los brazos y piernas
Problemas para montar en bicicleta
Problemas para coger pelotas
Rigidez muscular
Dificultad para nadar
Problemas para atarse los cordones y abrocharse los botones.
Lateralidad no definida
Mala letra
Debilidad muscular (se sujetan la cabeza para escribir o estudiar)
Malas posturas, escoliosis
Problemas para sujetar el lápiz
Problemas de memoria y aprendizaje
Rudolf Steiner habla de como en en los 7 primeros años de vida, el YO, vale decir su individualidad, su ser eterno, tiene que introducirse en el cuerpo físico hereda y transformarlo. Tiene que hacerse con él. Tiene que conseguir ser dueño en su propia casa, que el cuerpo esté a su servicio para poder así realizar su misión de vida.
Un cuerpo lleno de reflejos es indicativo de un Yo que no a podido penetrar en el cuerpo físico.Un cuerpo lleno de movimientos reflejos involuntarios, es un cuerpo que el yo no ha conseguido transformar. La gran pregunta es ¿El cuerpo es tu mejor aliado, el que te da sostén para realizar lo que tú deseas y debes realizar, o el cuerpo es un impedimento? Ayudando a los niños a superar sus reflejos les ayudamos a fortalecer su yo, su ser, su individualidad, a no estar sometidos por los estímulos exteriores, a tener centro propio. Un cuerpo libre de reflejos, es un cuerpo donde donde cada músculo y articulación se puede mover líbre y autónomamente. Esto nos da una sensación general de libertad y autonomía en nuestra vida. Estar sometido a los reflejos y a los estímulos nos quita libertad…
¿Como se soluciona o se reintegran estos reflejos?
Movimientos rítmicos y recapitulación de los estadios evolutivos a través de los ejercicios del ZOO
 Se trata de recapitular los movimientos rítmicos que hacen los bebés de forma natural y espontánea.
Determinados movimientos rítmicos, así como movimientos cruzados y movimientos oculares estimulan el cerebelo, el sistema vestibular (equilibrio) y los centros del habla, aumentan el tono muscular de los músculos extensores mejorando al postura, activando conexiones neuronales, y teniendo por tanto efectos importantes para la lectura y la escritura, y produciendo relajación y equilibrio emocional. Cada vez que un reflejo se integra, hay una habilidad física, emocional y cognitiva que se consigue.
Los  ejercicios, que en pedagogía de apoyo Waldorf llamamos “Ejercicios del ZOO”, son excelentes, porque recapitulan a través de los diferentes tipos de animales, los estadios de desarrollo motor del bebé. Cuando el niño está en terapia, se manda una serie específica para unas semanas, y estos ejercicios deberán practicarse con los padres, unos 10 minutos diarios. Sin embargo hay numerosas oportunidades para hacer estas series (pez, serpiente, foca, lagarto, cangrejo, elefante, león al acecho, vaca, mono…), a través de juegos, rimas y cuentos. Durante años tuve consulta de niños con dificultades y también grupos de teatro infantil. En ambos sitios, a través del  juego, los cuentos y las rimas, procuraba que los niños restablecieran sus patrones de movimiento de manera lúdica. Esta es una buena manera de trabajarlos en la escuela o el ocio, a nivel preventivo, con todos los niños, aunque claro está, si un niño presenta un problema agudo, deberá acudir a un especialista, sobre todo si ya es mayor de 7 años.
Un  libro que habla de este tema es “Mi hijo no es un problema tiene un problema” de Maria Docavo. Indispensable por supuesto es “reflejos, comportamiento y aprendizaje”, de Sally Goddard.
En “Cuentos para ver, oír y sentir”, doy ejemplos de cómo trabajarlos a través de cuentos que contengan muchos animales.Vemos que la rima del elefante se presta para practicar el gateo simétrico (se mueven a la vez la mano derecha y la pierna derecha), luego en la rima de la vaca tenemos la posibilidad de trabajar el gateo  de patrón cruzado. Importante es tener en cuenta, que para que sea efectivo, deberemos empezar con los animales más simples de la cadena, con los invertebrados, empezando por peces. Los anfibios nos darán el siguiente esquema de movimiento y finalmente con los mamíferos, entramos en el último estadio. Aunque siempre de manera progresiva: girar, rodar, reptar simétrico, reptar con cruce, gateo simétrico, gateo con cruce. Y sin olvidar otras variantes que nos dan otros animalillos como la rana, la liebre, el cangrejo etc. Todos movimientos divertidos y enormemente integradores. Las rimas además ayudarán a que los movimientos sean rítmicos, potenciando sus efectos. De hecho existe una terapia para inhibir reflejos que se llama “Terapia del movimiento rítmico”.
También quisiera destacar, que aunque generalmente los reflejos son por causas físicas, ya sea como resultado de un parto difícil, embarazo con estrés o poco movimiento, incubadora y falta general de movimiento en el primer año de vida, teniendo en cuenta que los reflejos son respuestas de supervivencia y de protección, pueden desarrollarse también en casos donde el ambiente anímico-emocional del entorno produzca estrés y sensación de desprotección, reaccionando el niño de manera defensiva, a través de un mayor desarrollo de reflejos primitivos. Es por eso, que tan importante como la posibilidad de que el niño se mueva en libertad y suficiente,  es qué en torno al niño reine un ambiente amoroso de cálida protección, donde sienta que puede respirar y moverse con seguridad, un ambiente donde se sienta querido y cuidado.
Resumamos las maneras de superar los reflejos primitivos:
Nivel preventivo:
Embarazo tranquilo emocionalmente y activo físicamente (sin excesos)
Parto, lo más natural posible.
Primeras horas de vida del bebé, sin sobresaltos. Tranquilo, con su mamá, sin tantos controles médicos.
Etapa de 0 a 2 meses, con mucho balanceo (mecer, llevar en pareo, acunar…) . Evitar masicosis.
A partir de los 2 meses, o antes, además de mecerlo, permitirle espacios en una superficie plana, donde pueda rodar, girarse, levantar la cabeza….
Hasta el año, cada vez permitir más espacios de movimientos libres en el suelo.
En el segundo año, más dinámica del movimiento aún.
A partir de los 3 años, es que podemos empezar muy libremente con los juegos de animales. Recién a los 5, 6, se podrá empezar a hacer de manera más sistematizada, aunque siempre a través del juego, sin que tomen conciencia de su problemática.
Con niños mayores de 9 años, el juego se transforma en terapia, ya tienen conciencia de que algo va mal en la escuela y ya les explicaremos, que éstos ejercicios (ahora sí, bien, bien sistematizados) le ayudará a superar sus dificultades.
En todas las edades, acompañar amorosamente al niño, que viva en un entorno “bueno y bello”.
Tampoco debemos olvidar la importancia de la alimentación, evitando azúcares refinados y conservantes, así como un buen ritmo de sueño.
A continuación describiré un reflejo que tiene gran relación, no solo con las dificultades de aprendizaje, sino también con el comportamiento y la atención.
EL REFLEJO MORO
Durante el parto debería estar presente  y mantenerse hasta el 2º mes, habiéndose inhibido a más tardar en el  4º mes, transformándose en la reacción normal del sobresalto. El disparador de este reflejo son estímulos externos del sistema sensorial en su conjunto. La expresión en los gestos muestra dos fases: en la primera las piernas, los brazos y hasta las manos se apartan del cuerpo con rigidez y se abre la boca para la inspiración. En la segunda fase todas las extremidades se flexionan hacia el centro del cuerpo y se produce la espiración, eventualmente acompañada por un grito. A modo de reacción fisiológica, se liberan adrenalina y cortisona, el pulso cardíaco se acelera y asciende. La misión de este reflejo, es el adiestramiento del sistema nervioso para poder reaccionar frente a situaciones que ponen en peligro la vida. También lleva la denominación de reflejo de supervivencia. Cuando este reflejo no puede ser plenamente desarrollado dentro del debido tiempo, existe el peligro de que no pueda ser transformado en el reflejo normal del susto y ser integrado. Las consecuencias son hipersensibilidad frente a todas las impresiones sensoriales, dificultades en la concentración e incrementada necesidad de azúcar. Está en discusión, si una primera fase del moro, mal integrada, puede conducir a la congestión del aire, vale decir, a la predisposición al asma. Sí se sabe, que el exceso de reacciones de defensa con subidas de la adrenalina y cortisona producen un gran desgaste y debilitamiento del sistema inmunológico. El sistema de defensa del cuerpo se sobrecarga defendiéndose de estímulos sensoriales y al llegar un virus o bacteria, está bajo.  Cada vez se observan más niños que presentan un cuadro que indica las consecuencias del no-integrado reflejo-moro. Durante las clases, el ruido atormenta a estos “niños moro” por el hecho de que no pueden separar los ruidos secundarios, razón por la cual no pueden escuchar con nitidez la voz del maestro, a veces los fonemas no pueden ser escuchadas de modo diferenciado, la memoria auditiva no se desarrolla debidamente. La deficiente reacción de las pupilas puede producir un sobresalto frente a la luminosidad excesiva sobre el papel blanco. Los problemas de equilibrio conducen a reacciones desmedidas y un leve malestar. El sentido del tacto se encuentra afectado por hipo o hiper sensibilidad. Todas estas alteraciones conducen a un trastorno del sentido vital, de la sensación de bienestar. Las reacciones anímicas se evidencian a través de poca estabilidad anímica, temores, agresividad, carencia de autoestima, necesidad de orden y de control para poder auto-protegerse. La critica difícilmente puede ser soportada y transformada. El reflejo moro, es el único que concierne a los cuatro sentidos básicos (tacto, vital, equilibrio, movimiento propio) en la primera infancia. Es por ese motivo que las personas que no pueden transformarlo prontamente llaman la atención en su medio circundante.
Un juego que ayuda a inhibir este reflejo:
Diremos al niño:
“Estaba el bicho bola tranquilo tomando el sol (niño relajado boca arriba), cuando, de repente, escuchó un ruido, y se hizo rápido un bola”. (doy palmadas fuertes, y a esa señal, el niño se enrosca).
En el reflejo, ante un sobresalto, los miembros se estiran. En el juego, ante el sobresalto, el niño debe encogerse. Además deberá intentar acercar su cabeza a las rodillas, manteniendo el equilibrio, con tonicidad cervical etc. ¡Excelente ejercicio! Y si rueda, no levanta la cabeza o no se encoje, no lo corregimos, ni le llamamos la atención diciéndole lo que ha hecho mal,  simplemente lo vamos repitiendo en el transcurso de los días, hasta que consiga hacerlo.

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