miércoles, 26 de octubre de 2011

ARTICULO PARA PADRES Y MADRES

REPIENSATE COMO PADRE Y MADRE



“Para descubrirte con amor como el gran padre o la gran madre que eres, tan solo deja pasar (sin aferrarte) cada pensamiento de juicio hacia ti o tus hijos: No cambies a tus hijos, repiénsatelos

Si quieres ser feliz en tu relación con ellos, empieza por deshacerte de ese montón de ideas acerca de cómo tienen que ser o como tienen que comportarse tus hijos. Son tus juicios los que te impiden apreciar lo maravillosos y perfectos que son tal y como son.

No gastes energía tratando de modelarlos o cambiarlos. Tan solo RESPÉTALES Y ÁMALES”
Cristina Romero

(Artículo de Cristina Romero, madre y acompañante por la Vida de 3 hijos, observadora de la crianza y educación social, autora del libro gratuito* “Pintará los soles en su camino”, co-autora de “Una Nueva Maternidad” y cuidadora del Alma infantil que todos llevamos dentro, sobre la mirada y la comunicación en la familia)

Los adultos nos aferramos en mantener un sistema heredado de creencias acerca de la maternidad y la paternidad que nos abocan al enfado y la infelicidad de todos los miembros de la familia.

Pero es desde adentro, desde la mirada que tenemos ante nuestros hijos y nosotros mismos, que algo no funciona. Son esos pensamientos que todo lo juzgan y que pretenden cambiar lo que es, que nos abocan al disgusto permanente.

Y así, a menudo nos rodeamos de culpa por lo vivido con nuestros hijos. A menudo nos pensamos malos padres o malas madres. Pocas veces nos amamos y comprendemos tal como somos y aceptamos sin resistencias lo que pasó o pasa.

Pero ya es hora de repensarte y crearte a ti mism@ como un gran padre o una gran madre.

Tú decides.

Para descubrirte con amor como el gran padre o la gran madre que eres, tan solo deja pasar (sin aferrarte) cada pensamiento de juicio hacia ti o tus hijos: No cambies a tus hijos, repiénsatelos

Si quieres ser feliz en tu relación con ellos, empieza por deshacerte de ese montón de ideas acerca de cómo tienen que ser o como tienen que comportarse tus hijos. Son tus juicios los que te impiden apreciar lo maravillosos y perfectos que son tal y como son.

No gastes energía tratando de modelarlos o cambiarlos. Tan solo respétales y ámales.

Valórales por lo que muestran ahora, aquí, no por lo que serán mañana.

No son los niños quienes “te hacen enfadar”. Son tus pensamientos quienes te atrapan en el estrés, la tristeza, el enfado…

Si sigues poniendo tanta atención en lo que te disgusta de ti o de tus hijos y lo rodeas de esos juicios, conseguirás agrandar vuestra infelicidad.

Solo siendo capaz de pararte los pies y cuestionarte un montón de ideas limitantes que te amargan la existencia, podrás respirar en paz y sobretodo permitir que tus hijos y la familia entera respiren en paz.

Todos los niños del mundo necesitan lo mismo: AMOR, Respeto profundo por lo que fueron, son y serán.

Pero lo mismo necesitas tú.

Y no del exterior, sino desde dentro de ti mism@.

No cambies nada en ti como padre o madre, más que tu modo de mirarte

Deja de hacerte daño con ese diálogo doloroso que mantienes contigo mismo en tu interior.

Si revisamos nuestro discurso interno, observamos que tenemos un montón de pensamientos que nos traen mal humor, estrés, culpa…

Esos pensamientos no son “la verdad”.

Las cosas no son así, pero como las vemos y juzgamos así…

Así las vivimos y así son para nosotros.

Si yo me paso el día juzgando a mis hijos, a mi pareja y a mi misma… Me estoy comunicando muy poco amorosamente. Hacia dentro y hacia fuera.

Es muy importante comunicarnos amorosamente con nosotros mismos.

Ámate en las distancias cortas, eso es un gran ejemplo para tus hijos.

Empieza por poner atención en lo que te gusta de ti y de ellos. El paso siguiente es amar completamente eso que ahora te parecen defectos o errores.

Recuerda, es tu mirada la que te impide abrazar la totalidad de lo que eres o es.

No hay nada que cambiar en ti, en tus hijos, en el mundo, (más que tus pensamientos en contra de lo que simplemente eres, son).

Sin pretender cambiarlo todo, todo el tiempo… ¡Cuánta energía sobrante para disfrutar de la vida y de tus hijos!

Cristina Romero

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1 comentarios:

esther serrano yus dijo...

El artículo creo que es muy provechoso porque se puede aplicar y hacer extensivo a la relación con los demás en general, y no únicamnete entre padres/madres e hij@s.....

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