PRIMERO SE ESCRIBE COMO SI FUERA UN DIBUJO Y EN FOLIO BLANCO.
Los grafismos mantenían una estrecha relación ya sea en cuanto a la forma o a sus características con algún objeto de su realidad próxima” (R. Steiner, El valor del conocimiento del hombre, 1924)
En ”metodología de la enseñanza” R. Steiner nos propone un método para revitalizar la actual escritura, que hoy es solo una convención de símbolos al servicio de la comunicación humana. Se trata de redescubrir y recrear las cualidades y carácter propio que antaño tuvieron los fonemas y grafías.
Para realizar dicha labor es preciso antes recalcar la diferencia entre vocales y consonantes. R. Steiner nos describe como a través de las vocales el humano expresaba sus estados anímicos y la emoción que le producía el objeto o acción a describir. Este principio es aún palpable en las interjecciones. Al decir ¡Ah!, expresamos admiración, sorpresa, mientras que ¡Eh”! puede tener una connotación antipática o de crear distancia.
Al enseñar las vocales por consiguiente, intentaremos presentarlas como letras portadoras de emociones.
Diferente es el caso de las consonantes: éstas surgieron de la imitación de objetos, actividades y procesos del entorno, de la naturaleza. El sonido V nos recuerda el viento, a forma de la S, a la serpiente. Siguiendo estas indicaciones buscaremos para cada consonante una palabra que empiece con la letra que queremos enseñar, que a su vez corresponda, y asea por su forma, contenido y o cualidad, con dicha letra o sonido.
letras
Consiguiendo una unidad entre símbolo, sonido y cualidad a través de la imagen, otorgamos al niño la posibilidad de aprender las letras con mayor facilidad y gusto.
Es recomendable enseñar primero las letras mayúsculas y pasar a la cursiva cuando ésta esté dominada.
La forma de la mayúscula está más vinculada con las imágenes anteriormente mencionas.
Además las Mayúsculas están compuestas de las dos formas geométricas fundamentales: la recta y la curva. Al escribirlas dividimos el espacio en derecha-izquierda, arriba-abajo e incluso en la diagonal en delante-detrás. De este modo el niño recapitula la orientación espacial.
La vivencia del espacio, que en sus primeros años de vida el niño manifestó en sus dibujos-garabatos, es ahora ejercitado, ya que
a partir de los 6 años esta facultad debe transformarse en capacidad visual interna.
Audrey Mc Allen describe en “La Clase de Apoyo” ( The Extra Lesson), como la mayoría de los niños con dificultades de aprendizaje tienen en común dificultades básicas en la orientación espacial y falta de habilidad para crear imágenes mentales (visualización interna).
A su vez la base de la escritura es la buena coordinación visomotora. Muchas veces la dificultad en la lectura proviene de discordancia entre los movimientos oculares y la mano, como ocurre en niños de lateralidad cruzada de ojo y mano (diestros con dominancia de ojo izquierdo). El dibujo de formas, cenefas y simetrías se mostró como excelente medio para reforzar el y el aprendizaje de las letras, ayudando tanto en el campo de la orientación espacial como en la coordinación visomotora y destreza de la mano para manejar el lápiz.